lunes, 21 de marzo de 2011

SACIA MI SED DEL ADIÓS

UNA SED LOCA NO SE APAGA CON BEBER.
SE SACIA CON OTRA BOCA QUE TENGA LA MISMA SED

DECIR ADIÓS... LA VIDA ES ESO.

Y YO TE DIGO ADIÓS, Y SIGO...

VOLVER A AMAR ES EL CASTIGO

DE LOS QUE AMARON EN EXCESO.

AMAR Y AMAR TODA LA VIDA,

Y ARDER Y ARDER EN ESA LLAMA.

Y NO SABER POR QUÉ SE AMA...

Y NO SABER POR QUÉ SE OLVIDA...

COGER LAS ROSAS UNA A UNA,

BEBER UN VINO Y OTRO VINO,

Y ANDAR Y ANDAR POR EL CAMINO

QUE NO CONDUCE A PARTE ALGUNA.

BUSCAR LA LUZ QUE SE ETERNIZA,

LA CLARA LUMBRE DURADERA,

Y AL FINAL SABER QUE EN UNA HOGUERA

LO QUE MÁS DURA ES LA CENIZA.

SENTIR MÁS SED EN CADA FUENTE

Y VER MÁS SOMBRA EN CADA ABISMO,

EN ESTE AMOR QUE ES SIEMPRE EL MISMO,

PERO QUE SIEMPRE ES DIFERENTE.

PORQUE EN EL SORDO DESACUERDO

DE LO SOÑADO Y LO VIVIDO,

SIEMPRE, DEL FONDO DEL OLVIDO

NACE LA MUERTE DE UN RECUERDO.

Y EN ESA ANGUSTIA QUE NO CESA,

QUE TOCA EL ALMA Y NO LA TOCA,

BESAR LA SOMBRA DE OTRA BOCA

EN CADA BOCA QUE SE BESA...

Y APAGAR Y SACIAR ESA SED

CON OTROS LABIOS, CON OTRA BOCA,

QUE TENGAN LA MISMA SED.