sábado, 19 de mayo de 2012

¿ARRIBA ESE ÁNIMO?

Dice una expresión nuestra que no hay cosa más triste que un recuerdo feliz.

Hace pocas horas, en una cadena de televisión he visto un programa dedicado a unos personajes que nos han hecho pasar muy buenos ratos hace ya unos años.

Sketches ¿lo he escrito bien? y parodias que recordamos como cosa nuestra y que son antología pura del humor, cada uno con sus características y modos, todos válidos en sus múltiples facetas humano humorísticas. Se tituló el programa “Arriba ese ánimo...”. Y se trataba de homenajear a personas míticas del humor de nuestro país. Para elevar el ánimo en esta época tan dura y difícil, tanto de vivir como de soportar. ¡Arriba ése ánimo...”

Comenzó el programa con muy buenas intenciones, como no podía ser de otra forma y los sketches ¿lo sigo escribiendo bien? y numeritos iniciaron su caminar por esas aproximadamente dos horas de duración del especial. Personas conocidas interpretando imitaciones y sketches ¿lo sigo escribiendo correctamente? que nos transportaron a treinta, treinta y cinco, cuarenta años atrás... La idea estaba conformada con toda su buena intención: para homenajear a ciertos personajes de antaño y... para levantarnos el ánimo... Pero, ahí viene el tema: treinta, treinta y cinco, cuarenta años después... las carnes se van ajando y los tonos platas van haciéndose sitio en nuestras cabezas, cuando no van volviéndose despejadas y lisas... Es el paso de los años, inexorable y lógico, como la vida misma... arriba ése animo... No sé a los demás, pero a mí al finalizar el programa, me quedó una sensación de vacío... y de tristeza... por cuanto a todos los que intervinieron en el programa se mostraron, como es lógico, con los treinta, treinta y cinco, cuarenta años después... Con los síntomas claros del paso del tiempo, repito lógico y natural... es la vida... Pero me dio la impresión de querer aferrarse a un tiempo ya pasado que, aún siendo maravilloso, es pasado... lejano... inalcanzable por pretérito, por ya ido... ¿No hubiera sido mejor que las mismas personas hubieran ideado para la ocasión algún sketch (¿?) de nuevo cuño? Seguro que hubiéramos sonreído igualmente y seguro no hubiéramos tenido esa sensación de que atrás quedan tiempos felices y de pleno esplendor. Pero no los únicos porque todas las etapas de la vida tienen sus buenas cosas y la de los... cincuenta, sesenta, setenta años... no son una excepción....

El caso que esa sensación de vacío y tristeza se me quedó marcada y lo que pudo ser un buen rato, se tornó en triste nostalgia del pasado. Y el ánimo, más que elevarse, quedó algo así como paralizado y mustio... con un sabor agridulce por el recuerdo de gente que ya no está entre nosotros, ¡enorme!, y otros que, aún vivos y coleando, parecen estar estancados en un pasado que ya no volverá...

Quizás sea por el tiempo tan difícil por el que atravesamos... ó por los años que nos van volviendo cada vez más quietos, huraños, raros y... desilusionados.

martes, 15 de mayo de 2012

LA SAL DEL LLANTO


Tú que conoces mi pena,
tú que de mi condena sabes,
llévala por esos montes,
pero en forma de cantar.

Mi copla tiene un paisaje
de camino y soledad,
tiene el color del silencio,
del llanto tiene la sal.

Ayer vine y hoy me alejo,
destino del caminar,
en algo nos parecemos,
mi pena y tu cantar.

Los montes parecen quietos,
dormidos en el lugar,
pero se llenan de coplas
para aprender así a volar.


Así vine y hoy me alejo,
destino del caminar,
en algo nos parecemos,
mi silencio y tu cantar.